Reflejos.
No te enamores de los reflejos de ti mismo proyectados en otras personas. No te enamores de los ciclos que no aprendiste a cerrar. No te enamores de tus manías como si fueran golosinas en la vitrina. No te enamores de la falta de carácter que tú no tienes. No te enamores de las indecisiones que te hicieron correr en círculos. No te enamores de las peores versiones de ti mismo. No señales de narcisista a tu profundo deseo por coincidir con personas que parecen versiones beta de ti. No te enamores de la cobardía que tanto te esforzaste en dejar. No te enamores de quien lo congelan los miedos, porque tú corazón empieza a ser una fábrica de hielo. No te enamores de los pozos vacíos que ya te adviertieron que no tienen agua. No te enamores de los ideales, porque jamás amarás a alguien realmente por quién es. Enamórate de alguien que no le importe ser el patrón diferente en un rompecabezas en el que superficialmente no encaja. Enamórate de alguien que tenga la puerta al cambio y ...