Los Reyes Magos.

Quiero hablar de ti pero no tengo palabras, todo en mi pensamiento se ha cerrado y mi corazón se detiene solo para suspirar lentamente. Es 24 de agosto y creo que es enero, en esta sequía y este tiempo que se ha detenido para esperar a los reyes magos que nunca llegaran con la mirra, el incienso y el oro.

Se muy bien que nada se, se muy bien que no creceré  mas, ni seré porrista nunca.

Se que lo extraño de la manera mas extraña... Se que aunque lo pienso, empiezo a olvidarlo mientras lo recuerdo... mientras se borran las huellas de tus dedos en mi piel, mientras intento caminar con los pies derechos y con mi pálido rostro que sonríe de vez en cuando.

Se que en las noche la luna nos mira la cara... se que la noches nos envuelve los pensamientos, se que el viento nos roza el rostro y el sol nos vigila el alma... Se que no estamos tan lejos y que no estamos cerca, se que estamos, solo porque se pocas cosas.

Se que pronto seré un recuerdo, casi como un libro olvidado.

Se que mañana voy a pensarlo como si pudiera traerlo mediante el deseo....

Se que si pudiera cambiar algo en mi vida... Tendría visión de churrasco bien cocinado con chimichurry, pero que aparte de eso cambiaría algunas horas del reloj para tenerlo a mi lado.

Se que usted... era él pero ahora es solo usted....

Se que soy redundante e incoherente... Se que soy terca y caprichosa... Se que me gusta besarte y mirarte. 

Se que de estas tarde amargas y variables quedare yo, como siempre casi desnuda, como mi alma y mis ojos que andan perdidos en los colores de mis pensamientos.

Hoy es 24 de agosto y pronto sera navidad... Pero aun espero que vengan los reyes magos con la mirra, el incienso y el oro, que harán que suspire con razones suficientes porque me darán mi deseo del 6 de enero y creo que tiene mucho que ver con usted. 
Je.