Mi historia triste.

Mi vida no es una historia triste.Triste  es la historia que tenía por contar;

Cuando la conocí creí definir-la como una de las personas mas polifacéticas, variables pero agradables. Ella tenia en sus ojos dos cerezas rojas. Era inquieta y sutil. Dulce y cortante. Déspota y gentil. Admiraba su rareza, su confianza y la plenitud en su sonrisa.
Ella era cálida en los días fríos, fría en los días cálidos.
Su rostro si mucha forma, su piel sin mucha profundidad. La observaba cuando caminaba con sus pasos en el aire... Y con la vida flotando.
La perdí de vista un día. No supe de ella por meses, me dijeron las malas lenguas que se había enamorado y como en cada historia de amor que he escuchado, le habían roto el corazón. No la busque, sabía necesitaba tiempo para reponerse, días, meses, pero fueron años. Su corazón era esa parte blanda que se encuentra después de ese cascaron duro. Pero las personas olvidan ser personas, para ser superficiales. Y ella olvido ser ella.
Cambio sus ansiedades por cigarrillos, sus sonrisas por botellas de licor, sus palabras por silencios prolongados, su presencia por su ausencia infinita.
Y empece a olvidar-la, la amaba... La amé. Pero ella ya no estaba. No regreso con los días, ni se hizo fuerte con los años, la conocí y la desconocí, pero en especial la pensé todo el tiempo. La espere en las noches bajo la luna, esa luna que le hablaba en los días mas callados. Pero ella no regreso.
Hace un poco tiempo la vi pasar. Las estrellas la alumbraban con serenidad. Su rostro esta cansado. Sus pies quieren llorar. Se sienta bajo los arboles, disimula y mira atrás. Detrás de su amargura una sonrisa singular, un hombre que la admira y una mujer que no la deja de observar... Sabe el tiempo y el espacio lo que un amor puede esperar. Ella espera que el vuelva, mientras la aman sin piedad. Se ha cochacado con miradas tenues que la desvisten sin parar. Se ha rosado la piel con manos que la aman sin azar.
Y ella vive. Y ella regresa por instantes cortos, que nadie podría enumerar. Y me gusta. Me gusta cuando la aman. Cuando la besan, cuando la cuidan, cuando sonría de verdad.
Ella vive triste en su normalidad, vivo triste sin poderla ayudar. Le regalo mis mejores ratos, le regalo mi verdad. Yo la amaba, la amé y la admire. A ella la aman, la besan, la olvidan, la toman, la dejan sin siquiera respirar.
Pero ella es mi historia triste, ella que vistió de blanco y camino de negro. Se enamoro de nuevo. Dos amores, dos terrenos, dos dulzuras y dos sueños.
Sonríe entre cortado, con los cachetes colorados. Suspirando sin cesar, por dos amores que jamás la llenaran.


Comentarios

  1. La manera en que proyectas para hacer entender las cosas, tu habilidad en ponerle nombre
    a cada hecho y circunstancia y todo lo que te rodea, lo haces todo con alto grado de ELOCUENCIA
    Y COHERENCIA que es algo de admirar.La capacidad en expresar no solo lo que sabes
    y lo que vives sino también que lo experimentas lo sientes como una auto-historia en la cual
    también puedes inventar y fantasear explorando a través del lenguaje universos increíbles.
    me encanta tu fluidez expresiva y tu estilo.
    Au revoir.

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