Las mil noches de Lucia

Te despiertas ya sabes, todo sigue igual.
Sueñas con música, que viene de aquel tocadiscos plateado que siempre anhelaste tener.
No importa mucho todo lo que viene pasando.
Es tan triste todo, que no tienes lágrimas. 
Es la misma mentira que descubriste todas las noches de tu soledad.
Que no te aman, que no te amaron. 
Que la verdad es más cruda que la carne vida.
Que las personas están tan perdidas como tú. 
Que no importa si las deseas con fuerza, aun se irán.
Aun con todo van a lastimarte.
Porque no te miran, como los miras.
Porque cansada de las misma mil noches, aun sigues queriendo.

Te sientas bajo el agua en la ducha, 
para ver si el agua libera estos nudos de vida que te ahogan.
Desilusión debió llamarse el hombre que te mintió mirándote a los ojos.
Y deseas ser como el resto del mundo vacío, solo para no estar frente a este mismo infierno que lleva matándote el último año.

Que ha sido el peor error de tu vida.
Que te aferraste a la más miserable idea.
Que debes irte de aquí.
Que no merece una gota de tus lágrimas.
Que nada justifica mantener una amistad.
Que vomitas, que no duermes, que no comes.
Que triste te paras frente al espejo y deseas que esto pueda parar.
Nada, ha cambiado. 
No es más que la misma decepción, 
El mismo misógino confundido que te atormenta.
Con sus guerras perdidas.
Con sus besos banales.

Tantas noches la misma historia,
tanto que me costo no amarlo.
Tanto ¿para qué?
Tanto y sigo aquí.
Cada día más cansada, de sus patanerías.
De sus mentiras.
De mis malditas ironías.
De mil noches y si se queda un solo día más moriré.