Pluma y papel.
Me levante como leyendo uno de mis cuentos, no hacía historia, la historia me hacía a mi. Tres puntos suspensivos y la nostalgia como un volcán en mi garganta que espera la hora para hacer erupción. Una coma y respire profundamente, Como cohetes en guerra las lágrimas cayeron sobre mis mejillas. Tengo las manos empuñadas con ideas y fuerzas que no tengo. Un punto seguido, entro a la ducha y me despojo de la mala noche, de las pésimas noticias, de los recuerdos y el olvido que no existe. Dos puntos y una coma, salgo a la calle, veo el sol caer en mi espalda, camino sin afán, despierta y cansada. Soy una historia que no sé donde empezó. En la página inicial mancharon con tinta mi esperanzas. Mi autor arrugó el papel y lo lanzó a la basura, Fue un fracaso al primer intento. Después de la tormenta me recogió del suelo y me tendió sobre su escritorio para formar en verso, letras que hicieron vida en mi. No sé porque regresó por mi, ni que trama. Adorn...