Detrás de Aranttza
Y dije; Hola qué tal, soy Diana Muñoz y aunque mi nombre completo es más extenso soy fanática de ese enunciado corto, es raro sobre todo porque uso el nombre y el apellido que me dio un extraño, del que no reconozco ni su rostro.
Es hora de escribir dije y aunque mi cabeza retumba, la música de fondo alivia mi dolor.
Quería contarte lo que hay detrás de Aranttza, sobre todo porque no sabes de donde nació.
Y no fue especial, fue necesidad de mostrarme, venderme o representarme ajena a mi realidad, es esa parte de mi que se atreve a decir todo lo que es necesario decir, vomitar en verso, una sopa de palabras sin sentido, he ido educando sin gracia esa parte que es tan explosiva y la he convertido en palabras que se puedan leer con el ritmo cardíaco a tiempo.
Detrás de ella estoy yo, no soy serena, ni pasiva pero hay días donde camino tan lento que el viento me golpea demasiado fuerte. Soy más de lo que pienso y pienso más de lo que deseo, por eso estuve pensando los últimos meses, que me gustaría que me conocieras, porque te mostré quizás el lado más fuerte de mi y fui tan dura que choque contra todas las cosas que son importantes, ahora puedo decir que hay lugares que quiero tener y espacio en la vida de las personas en el que quiero estar.
No soy una persona mala, pero he actuado de manera errada en muchas ocasiones, quisiera no ser juzgada por mis errores, sino por la forma en que me hago cargo de ellos.
Debo admitir que Diana ha sido una persona egoísta y aunque nada justifique los hechos, son los daños los que nos cierran a vivir de manera más abierta, he estado herida y la vida me ha sentado a aceptar la realidad y me obligó a dejar de actuar como una niña caprichosa, he perdido cosas que amé y amé cosas que nunca creí amar, me he cruzado por caminos que no quería caminar y he llegado a lugares donde me siento bendecida de estar.
Estos últimos días arrojé mi altivez por la ventana, estaba cansada del basto mundo que creó mi egocentrismo por miedo, por soledad o por exceso de fracasos, he trabajado en ser y sentirme más humana, más como todos, sé que cada un particularmente especial, pero juego a darle lecciones a mi amor propio.
Entonces deberías saber que detrás de todo lo que lees, soy un ser humano, que detrás de las palabras no hay señalamiento y que no soy lo que escribo pero parte de mi alma está ahí. No voy a disculparme por lo que crees que te dije, porque no era para ti, no lo escribí pensando en ti, sino en como me sentía por muchas situaciones, me disculparé por no escribirte antes pero necesitaba tiempo para encontrarme y poder decirte que quisiera un lugar en tu vida, un espacio o la oportunidad de conocernos mejor, de dejar de señalarnos y permitirnos convivir como lo que somos.
Detrás de Aranttza, soy solo yo.
Comentarios
Publicar un comentario