Mi soledad y yo
La soledad es una utopía con
las que podía soñar cuando el corazón no latía tan fuerte, cuando los sueños de
niños brillaban como estrellas a media noche.
Estaba roja la Luna y le
hable de ti, ya sabes; de la idea absurda que se creó en mi cabeza sobre quien
eres, como si al escribir cien historias de pronto una mañana te hicieras
realidad.
Somos buenos mintiéndonos, a
otros también, somos presos de las palabras sueltas y de los deseos banales,
animales en celo, esclavos de los impulsos, todos tan diferentes con la
precipitada manía de cometer los mismos errores.

Soledad y ausencias;
palabras tan diferentes que se complementan, lapsos mentales que dibujan
tristezas sobre la pared, se parece al vacío.
Estoy yo pero saben de sobra
que suelo mentir cuando hablo de mí, estoy hecha de malos hábitos, lógicos y
destemplados sueños, extrañas particularidades que auto-admiro y flores
amarillas.
Mi soledad y yo somos
grandes amigas, llenas de enemistad y fracasos. Más que eso, estamos hechas del
mismo material, ese que compras en la boutique de deseos para infantes
soñadores.
Es que no hay otra forma de
decirlo, hay que recitarlo en voz alta, con sonrisas tímidas y miradas
avergonzadas, porque el corazón late más cuando tiene miedo y siempre tengo
miedo de que no seas real.
Comentarios
Publicar un comentario