Catarsis (Parte 1)


 Salí caminando despacio por sí acaso cambiaba de opinión y volvía a lugar donde estaba. Caminé en medio de las personas que corren porque caían un par de gotas de agua fría y
áspera, el desespero que llevaba por dentro me permitía dar pasos cortos y mirar en un ángulo de 45° grados; la nada.

Me hice bajo el cielo, mientras todos se arrumazaban en la parada del auto-bus.  Esperaba con ansías la lluvia, solo porque así sabría que el cielo era el que lloraba y no yo.
Hice un monologo corto por sí tenía ánimos de llegar a escribir algo lógico en este espacio vacío de personas que se atarugan los días de cosas superficiales, mientras yo me voy perdiendo un poco más.

Los viernes como este solo quiero estar conmigo, por si acaso la muerte llega, no haya a quien decir adiós. Miré los arboles frente a mí, están tan viejos que desearía que su muerte fuera menos tormentosas. Miro hacía un lado y espero ver llegar a un personaje imaginario que aún no sé hace real.

Mi respiración se acelera y la desilusión como un hilo colgante, suspiró y quisiera estar en casa, lejos de todos, lejos hasta del peligro que soy. Necesito asesinarme un poco y pienso en romper mi vientre con puñaladas que calmen el dolor que no cesa.
Llegar al punto que justifique esta locura temerosa, destrozar mi cuerpo para liberar mi alma, como sí eso fuera posible y empiezo a mentirme de a poco para que esta muerte sea creíble. Un nudo en mi garganta y nunca llega, no llueve y aún no lloro, el dolor aún no sé marcha y yo sigo aquí matándome solo de a pocos.

Camino y miro de nuevo el desespero de quienes esperan, no sé si le temen al tiempo, pero yo voy caminando-gateando con los minutos en los que alguien ha de estar corriendo. No llegaré a liberarme esta noche, no beberé injustificadamente, ni lloraré solo porque las lágrimas andan ausentes como mi cordura.
Catarsis y darme el veneno de curarme solo un par de horas y agonizar el tiempo restante.

Esta noche no será como las anteriores, esta noche no estaré. Esta noche habré cicatrizado un poco sobre mi propia piel.

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