Discurso sobre el amor (Es tan obvio que no creemos que sea cierto)

Esta semana me ha rondando por la cabeza el concepto de amor, el reconocer cuando se ama, cuando se está enamorado,  porque considero que son cosas totalmente distintas. Pero entonces ¿qué es el amor?

Con exactitud no sabría definir-lo, solo la veo como una noción que reúne un conjunto de sentimientos, aspectos, acciones y creencias que se manifiestan por medio de está corta palabra por alguien, por algo o para algo, simple a la vista pero complicado al entendimiento.

Hablamos continuamente de amor, de estar enamorados, de amar a alguien, vemos constantemente a parejas ser felices, prometerse el cielo, entregarse en cuerpo y alma, vemos humanos apegados a ideales que no se cumplen, ilusiones unilaterales, relaciones utilitaristas, todo una motivación que parecen cuentos de películas. Amor y sexo, sexo con amor, amigos y sexo, sexo llano y vacío.

Pero siendo mi discurso, hablaré sobre mi punto de vista;
Empezaré por decir que el amor todo lo soporta, todo lo perdona, el amor es benigno, eso leí en la biblia hace muchos años, eso me en lo enseñaron en el colegio y creo ciegamente en que el amor es así cuando es sincero.

Creí que nunca iba amar a alguien de tal manera, hasta que un día tropecé con un ser un humano, tan torpe como yo, tan dañino como un niño lastimado, tan sorprendente como una caja de sorpresas. Un proceso de negación, de aceptación, de fracaso y de paz, todos los días durante los últimos tres años lo he pensado por lo menos 5 minutos de cada día, le he hablado de él, sin decir su nombre a un 90% de la población que conozco. Creí que sería un capricho que se olvidaría con el tiempo, que se cansaría de persistir con los daños. Pero a cambio de ello mi cariño por él se volvía más sincero, más desapegado, entre más lo vivía menos quería pedirle, menos esperaba que lo correspondiera. Y así lo pude reconocer, me dolió, me duele siempre un poco, como una herida en la rodilla, al caminar nunca se sana, y como no podemos detenernos, no la dejamos cerrar.

Dicen que el amor duele y él ha dolido hasta los huesos, hasta mi prófuga dignidad, hasta el infinito y más allá. Pero entonces nunca he dejado de quererlo, lo he mirado distinto, lo he besado de diferentes maneras, le he cambiado el sexo por un abrazo y he sido feliz caminando a su lado sin rumbo. Varios días me he levantado deseando des-enamorarme de él, pero solo me he ido de su presencia, pero él sigue aquí  en mi mente todos los días.
Conoces otras personas, sigues adelante, te ilusionas, te entregas a relaciones, les ofreces lo mejor que puedes darles, pero no puedes darles todo de ti, porque todo de ti está ocupado en otra persona que no está. No te lo inventas, pero te fatigas y lloras, porque es el único medio para desahogarte, para entender lo que no entiendes, lo que sientes, lo que vives. Asumes que él no vale la pena, que no va amarte como tú lo amas y enloqueces un poco, vas y vuelves y lo ves enrollarse en tantos brazos, en tantos fracasos y lo dejas ser, porque por encima de todas las cosas aceptas quien es él y no puedes pedirle más de lo que es. ¿Es amor? Te cuestionas y lo consideras masoquismo, locura, estupidez. Pero sonríes y confías ciegamente en sus ojos y te dejas llevar un momento, aunque ese pequeño momento signifique un infierno después de aquel día.

Escuche a una persona decir que amaba a su marido, que después de 10 años de esperarlo, de jugársela por salir adelante juntos, por apoyarlo en los peores momentos de su vida, él le pertenecía. No habría otra persona con la que quisiera estar, porque él era lo que ella había luchado, sufrido, él era el que le había dolido y ya saben uno se hace idilios, pero no todos viven ese tipo de excepciones.

Dicen que lo importante no es recibir, es dar, pero siempre que no recibimos nos vamos, no sabemos vivir con poco, más cuando queremos todo de una persona. Entonces sabemos que el amor es egoísta, es posesivo y celoso, un poco engreído y a veces es sólo un trofeo.
Yo debía admitir mi egoísmo por tenerlo, quizás un poco a mi manera y un poco a la suya, pero me bastaba su presencia, sus palabras, sus abrazos, sus chistes malos, su idiotez. Él me bastaba, él valía lo que vale un balón de oro para un futbolista, aunque dudara 100 veces de ello en el año, aunque ni él mismo se creyera tanto.  Podría jurar que lo esperaría toda mi vida y sería la madre de sus hijos, sino creyera que eso es algo ridículo y odio hacer ese tipo de espectáculos.

Entendí entonces que el amor, es lindo, tan lindo que puedo llorar solo al mirarlo de lejos, es tan duro, que debes estar listo siempre para la guerra, para las pérdidas, para las noches frías, para las noches bajo la misma luna. Es algo así como un universo dentro de ti, como una sonrisa de un niño, es inocente, es estúpido, es manipulador, calculador y ridículo. Es patético, épico, rustico, efímero, lógico y obvio. Es demasiado obvio para creer que es cierto.

Probablemente usted no lo vea así y crea que yo jamás he amado en mi vida y estará bien para mi reconocer que me he equivocado, pero, si no es amor, entonces que Dios me libre el corazón o me corone con precisión.

Ya saben todos no amamos de la misma manera, ni creemos en el mismo Dios. Son discursos, son palabras, es fantasía, es arte, es una historia no más, un cuento verosímil, que no obliga a una misma verdad.  

Comentarios

  1. me gusta mucho... todos somos incrédulos, con el amor y con Dios, hasta que la vida nos tira al piso y nos hace arrastrarnos.. al final te das cuenta que si duele tanto entonces debe de ser real..estas viva¡¡ :)

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  2. "¡Vaya! Si no era amor, era vicio. porque jamás una boca me hizo regresar tantas veces por un beso"
    Todos no amamos de la misma manera es verdad, nuestros sentimientos siempre estarán permeados por nuestros demonios, no hay nada más real que eso; pero el amor si es universal, el amor puro, el verdadero siempre será incondicional, desinteresado, con ganas, pues el amor reverencial no tiene ni fin ni fondo; se parece a Dios. :)
    ¡Me gustó! <3

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