Arritmia Circunstancial

Azul, como el cielo, o eso creemos, pero probablemente sea solo el reflejo del mar. Esta  no es una carta de amor, ni una carta de despedida, es una nota al destino. No sé por donde empezar, en especial porque no se donde ubica el inicio. ¿Deberiamos saberlo?  Creo que no, somos coincidencias. Empezaré por echarte de menos, las tardes así como estas, silenciosas y bondadosas, un poco como usted. Usted que es sin duda una de mis palabras preferidas, significa tan poco pero esconde un mar de sensaciones  que casi nadie ve. Usted no es usted, pero tu  si eres usted, sencillo ¿no lo creen? Ojalá fuera más fácil decirlo pero nunca es fácil aceptarlo. Quizás al terminar de leer esto, si es que acaso esta nota llega a su destino, puede quedar más confundido. No es la intención pero en esencia es la mejor forma de decirlo. Entre las cosas que no dije, debo decir que no hay odio en mi hacía usted, es solo el miedo jugando al francotirador y te ha disparado var...

Detrás del espejo, solo hay un fondo plano de color negro, donde no se refleja ni el alma, tras un suspiro.   Estaba frente al espejo está noche y aunque me miraba pensaba en ti. Me desvanecí levemente la forma de tus labios y las sonrisas que brotabas en mi rostro.  Estaba perdida y no lo sabía no quería saberlo. Era feliz y no tenías que decirmelo.   Se eriza mi piel, como gallina a punto de morir. No sabía como te miraría otra vez. Siempre caminando bajo el mismo sol, contando los pasos de dos en dos. como creer en un nosotros. cuando somos tantos en esta habitación.  Le pregunté a la persona frente al espejo, ¿quién eras? Y no hubo palabras suficientes. solo miradas arrepentidas. Ya estabas aquí. dentro y en el centro. Latías y sin ningún movimiento. ¿Qué haces allá? susurré. Pero no pude entender. Estamos hechos de las mismas partes, nos construimos a pedazos, somos un bello retazo, ...

Últimamente es igual. Ya saben como es el día, así mismo en la noche; Nada y todo. Estrellas y soles.  Finas y perfectas formas del tiempo. Ausencias delante ti. Esta seguridad que es como veneno en mi sangre. Ya saben como tomar decisiones indecisos, completamente incoherentes, símplemente ignorantes.  Con suerte discursos aceptados, que no llegan a alma, no pasan del esternón firme de nuestro cuerpo. Estamos tendidos como alfombras sin frenesí, agotados del ocaso de los idilios inalcanzables. La realidad se parece tanto al dolor. Que cuando la vivo se estremecen mis huesos y los susurros del viento solo traen vacíos. Estas decisiones me estan tomando.  Ya saben a largos y lentos sorbos del ácido llamado vida. Minúsculas partículas bajando por la garganta del universo y yo; indeciso como un día gris, como un huevo tibio, como una noche sin luna, como una lluvia sin gotas de agua, como lágrimas sin llanto, como él, como ella, como ellos, como todos. Aranttza...

Y dije; Hola qué tal, soy Diana Muñoz y aunque mi nombre completo es más extenso soy fanática de ese enunciado corto, es raro sobre todo porque uso el nombre y el apellido que me dio un extraño, del que no reconozco ni su rostro. Es hora de escribir dije y aunque mi cabeza retumba, la música de fondo alivia mi dolor. Quería contarte lo que hay detrás de Aranttza, sobre todo porque no sabes de donde nació. Y no fue especial, fue necesidad de mostrarme, venderme o representarme ajena a mi realidad, es esa parte de mi que se atreve a decir todo lo que es necesario decir, vomitar en verso, una sopa de palabras sin sentido, he ido educando sin gracia esa parte que es tan explosiva y la he convertido en palabras que se puedan leer con el ritmo cardíaco a tiempo.   Detrás de ella estoy yo, no soy serena, ni pasiva pero hay días donde camino tan lento que el viento me golpea demasiado fuerte. Soy más de lo que pienso y pienso más de lo que deseo, por eso est...

Esto nunca vas a leerlo, lo sé. Hace unos días cerré la puerta de mi habitación, lo hice tan fuerte que mi llavero de Square se rompió, salí de casa con él en las manos, todo roto, volví pronto y lo tomé de nuevo en mis manos me senté en la cama y lloré, lloré desconsoladamente por unos minutos. Me dolía verlo roto, me dolía saber que pronto sería olvidado, como él se olvidó de mí. ¿Cómo sabes si es amor? Me pregunté por eso tantos veces, que ya no tengo certeza de lo que trata el amor.  Solo espero que se apiade un poco de mi corazón.  Hace días era nuestro día. Pero ahora solo es un día normal y no sé como sentirme, así que sonreí por si acaso el universo tenía algo que contarme. Levante la mirada, los brazos y supliqué una y otra vez ¡Justicia! Mientras recordaba su mirada, como me perdía en sus brazos y las veces que me amó, cuando no sabía como amarme.  ¿Cómo le explicas a tu corazón, que no debe amar ni por costumbre, que no debe pelear ni...

Tres sonetos en verso,  para contarle todos mis secretos al universo. Tres frases cliché. Por si acaso como poetiza fracasé. Liquidación por ignorancia. es que esta de moda usar cualquier fragancia. Dos puntos aparte. que empiece el remate: Era de noche otra vez y me senté sobre el paradero de siempre. Frente a las palmas que bailan con el viento sin sentir la brisa ni un solo momento.  Estaba ahí, como si no lo estuviera y no perteneciera a aquel lugar. No era mi casa, ni la de mis vecinos, no era la casa de mi amiga, ni la de mi novio imaginario, ni la de crush imaginario, ni la de mi futuro esposo imaginario, era una calle, solo una calle más en toda la ciudad, no era especial, cálida o con una característica singular. Después de la nada, ¿Qué nos queda? La dignidad amada, Y una pizca de piña calada. Liquidación por ignorancia Por sutileza letal Por permitir a cualquier idiota sembrar banalidades en una conciencia vulgar.  Y sonreír después subi...

Para escuchar mientras lees. Hace un tiempo que el amor entró en mi vida, como quien entra en su casa y se sienta en su mesa y pone los pies sobre la silla del frente, mientras ve la televisión, muerto de risa. Hace un tiempo que ceno con él todos los días, no me canso de mirarlo, no me canso de creer que es real, que esta conmigo . Hace un tiempo que empecé a creer en el amor, como fiel admiradora del color rosa y de las mariposas espontaneas, que hacen fiesta en el estomago. Hace un par de meses que empezó a gustarme esta revolución emocional que te hace incomodar, que te hace feliz e incomprensivo; un idiota, un masoquista, un iluso, pero sobre todo un incrédulo cuando eres inconcluso, como yo. Quería hablarte de nosotros; porque a estas horas de las noches ya no somos los mismos, porque después de días de cansancio y peleas vacías, estamos agotados del amor que sentimos y no vivimos, de los rompimientos del alma constante y de las faltantes de atención por las que ...