Esclavos del deseo ( carta a J.S.M.)
Querido extraño,
Últimamente nos miramos a la cara y nos reconocemos, nos quedamos como prendidos del recuerdo de lo que un día fuimos, sé tu historia aunque no sabes la mía pero no somos tan diferentes como creerías, en las noches miramos el mismo suelo y entre el desconsuelo miramos la misma Luna, solo por si acaso un respiro nos salva.
Esclavos de los deseos más mundanos, de los placeres más vacíos, de los instantes sin gracia ni redención, buscándonos en el reflejo de cualquier pantano, en la brisa de cada suspiro y al final perdidos nos culpamos, volvemos pasos atrás con prisa, con miedo, con el vacío del ausente; que somos nosotros mismos.
Esclavos de los deseos, adictos a nuestro embarque sin barco, sin capitán ni destino. ¿A qué le temes me pregunto? Si somos la oscuridad ¿Es acaso la luz la que nos atormenta? La claridad de una vida, los sueños, las metas ¿El futuro?.
Esclavos de los deseos querido hermano, rendidos ante las batallas en vez de lucharlas espalda con espalda, fuerza por fuerza, latido a latido.
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