Vino, como sus ojos (Carta a mi no Sharky)

Querido Sharky boy, es tu turno.

No hace tanto que nos conocemos y se siente una casa cada abrazo tuyo. Llegaste un día como una persona sin miedo y traspasaste todas mi murallas, pusiste tus manos en mi espalda y sonreiste con tanta confianza que cerré los ojos y fui a la Luna por unos minutos, no sé si fueron los fragmentos de literatura con lo que captaste mi atención o esa pasiva agresiva forma de ser la que nos unió.
Nos reconocimos pronto entre cervezas, vino, tequila y otros amigos. Fuimos ya sabes tan rápido como fue posible y luego caminamos tan lento como la brisa nos permitió sentirnos.
Las aventuras contigo parecen siempre estar a la vuelta de la esquina pero está noche nos separa la fantasía de un fin del mundo que no acabará. 
Te escribo porque eres el mordelon de sueños y el dador de sonrisas, porque conocerte es una película de ficción en medio de un drama sin precaución de cualquier fatal escritor que quiere ser famoso por convicción.
Porque al llegar el ocaso recordé la tierna mirada con la que miras y por fin la noche fue cálida y mi corazón calma.

Con cariño
Sharky


Comentarios

Entradas populares de este blog

Los nombres que marcan mi reloj

Sobrevivir y revivir, vivir

Lazos (Carta a L.A.R.)